“Somos una red de cooperación entre muchas disciplinas, con muchas miradas sobre el mismo objeto, el videojuego”, explicó Luca Carrubba a los asistentes del PlayLab ARSGAMES–Gandia durante la presentación del evento. Carrubba, artista y sociólogo de formación, acudió al Campus de la Universidad Politécnica de Valencia en la playa da Gandia para impartir una conferencia sobre ‘Herramientas libres, experimentación y videojuegos’, dirigir un taller práctico y acompañar a los asistentes del evento como tutor en los proyectos de trabajo.
Junto a Luca Carrubba, sus compañerosEurídice Cabañes, María Rubio y Josué Monchan componen el equipo de ponentes que se dieron cita en este espacio dedicado a la creación y diseño de videojuegos. Todos son miembros de la asociación cultural ARSGAMES que desde el 2006 se dedica a la investigación multidisciplinar de estos productos y que desarrolla diversos proyectos interactivos como Audiogames o Gamestar(t). Esta ha sido ya la cuarta edición del laboratorio de ideas y la cita en que se ha creado una nueva sede de estaasociación en Gandiagracias a la colaboración de la UPV y la cesión de un espacio para trabajar.
Cerca de treinta personas procedentes de ámbitos diversos participaron entre el 27 y el 30 de enero en este evento. Entre ellos había varios estudiantes universitarios de comunicación audiovisual, bellas artes o psicología, y también estudiantes de grado superior de sonido, músicos profesionales, programadores, diseñadores gráficos e incluso un agente comercial.Algunos de los asistentes se desplazaron desde Barcelona o Castellón,como Cristina Zhang, psicóloga barcelonesa que actualmente cursa un máster en psicología de la educación. “Unos conocidos de Valencia ―relata Cristina― me pasaron el enlace de la página de Facebook del PlayLab. Vi el anuncio, se lo comenté a Dani, mi compañero de máster, y nos decidimos a venir”.
“Creo que está muy bien organizado, sobre todo el hecho de que se busque gente de diferentes disciplinas para enriquecer la creación y coger muchos puntos de vista”, dice Cristina. “Además —añade—el clima que se respira aquí es desenfadado, hay muy buen ambiente y la gente es muy cercana”. Felipe Armand coincide con ella. “Me gusta mucho el ambiente, la comodidad de trabajar, porque estamos todos juntos y de vez en cuando hay un tiempo para trabajar el proyecto propio y otros momentos para una charla”, cuenta Felipe, que nunca había acudido en un evento de este tipo. Él estudia Comunicación Audiovisual en el campus de Gandia, pero no se decidió a apuntarse hasta el último momento.SegúnArmand, lo que le ha faltado al PlayLab ha sido más publicidad para que participase más gente, aunque“el beneficio es que los profesores que hay pueden dar más tiempo por grupo”, explica.
Celia Pons, que también estudia audiovisuales en la UPV, decidió apuntarse a este laboratorio de ideas para conocer el mundo de los videojuegos. “Realmente no sé nada de videojuegos —cuenta—, y como estaba la Gandia Global GameJam antes, aproveché y me apunté a los dos eventos para probar”. Lo que más destaca Celia del evento son los talleres con los profesores y las conferencias impartidas sobre temas narrativos, de desarrollo de videojuegos y el concepto del procomún y su forma de producir videojuegos. “Son temas de los que no tenía ni idea, y me parecen muy interesantes, igual que el mundo tan amplio que hay alrededor de los videojuegos basados en sonido”, explica, “aunque igual faltan también más ejemplos”.
Felipe, que al final se decidió a presentar ClassWarfare, su proyecto de videojuego sobre la lucha por el poder a través de los fundadores del comunismo y otros personajes, admite que “no sabía qué magnitud de proyecto se podía presentar. Estaría bien especificar para que la gente no se eche atrás si no tiene una idea completa, o al contrario, si ya la tiene y cree que no puede hacer nada”. Por su parte, Cristina Zhang remarca la valoración que se hizo durante la presentación de proyectos del primer día por “todas las apreciaciones de los demás participantes y de los tutores, que nos propusieron nuevos enfoques y nos dieron indicaciones para poder reconstruir el proyecto que traíamos”.
Las anteriores ediciones del PlayLab se desarrollaron en Madrid en los años 2010, 2011 y 2012 con un formato de mayor duración y fueron el origen de experiencias como Audiogames y Gamestar(t) que han continuado una vez terminado el evento. ARSGAMES también dispone de su Sello para editar y publicar distintos materiales, como la revista Bit y aparte, y en 2011 organizó la exposición itinerante ‘Pasado y presente del videojuego en español’ en colaboración con el Instituto Cervantes. Esta asociación cultural se gestiona de manera horizontal y toma todas sus decisiones a través de asambleas, tanto presenciales como telemáticas. Se trata de un colectivo marcado por la diversidad, tanto de orígenes como de profesiones, ya que sus miembros proceden de diferentes partes de España, de otros países como Colombia o Méjico, y de distintas disciplinas como la filosofía, la programación o la sociología.
“Me parece un equipo muy dinámico y dispuesto a hacer cualquier cosa, y creo que está bien atreverse a realizar proyectos sin cerrar puertas”, afirma Celia, que tiene la intención de seguir colaborando con ARSGAMES tras el PlayLab. A Felipe, el planteamiento que tiene ese colectivo sobre los videojuegos le parece bastante interesante, sobre todo “porque a mí me interesa el campo audiovisual como método de experimentación, es decir, qué posibilidades me dan los medios de trabajar ciertas ideas lejos de cualquier característica comercial y más sobre la expresión artística”, y en esa dirección, como explica, el campo de los videojuegos le permite “ir un punto más allá”. Por eso, él también se muestra dispuesto a continuar profundizando junto a este grupo para explorar las posibilidades del universo de los videojuegos.
“En mi caso, el grupo ya venía formado y teníamos un diseñador y un programador. Pero estos días se nos ha unido un chico de diseño gráfico”, señala Cristina Zhang. Como Celia, Felipe y Cristina, los grupos que han desarrollado los cuatro proyectos del PlayLab 2014 —los juegos ClassWarfare, TheZombie Show, Rol 404 y la App Emotiparty— también han expresado su intención de seguir trabajando juntos, la mayoría de ellos colaborando a través de ARSGAMES. Además, la nueva sede de ARSGAMES nacida con el PlayLab en el Campus de la UPV en Gandia estará abierta para continuar estos y otros nuevos proyectos de quien quieran sumarse y colaborar.
Muy buena crónica. Clara, escueta y muy bien escrita.